lunes, 12 de enero de 2009

NOTICIA 12.

Los créditos para vivienda caen el 52% en noviembre y los de consumo el 42%

El volumen de créditos hipotecarios se ha ido acercando al volumen de otros tipos de préstamos, debido a las mayores exigencias para su concesión y a los menores precios de la vivienda.

Madrid. -Las entidades financieras que operan en España concedieron en noviembre 4.848 millones de euros en créditos para la compra de vivienda, el 52,4 por ciento menos que en el mismo mes de 2007, en tanto que los créditos al consumo ascendieron a 2.833 millones, el 42,2 por ciento menos.

Así se desprende de los últimos datos del Banco de España, que reflejan además que la banca concedió 4.298 millones de euros en créditos para otros fines -por ejemplo para financiar la adquisición de automóviles, electrodomésticos, muebles o viajes-, lo que supone un retroceso del 16,1 por ciento.

De esta forma, el volumen de créditos hipotecarios se ha ido acercando al volumen de otros tipos de préstamos, debido sobre todo a las mayores exigencias para su concesión, aunque también a los menores precios de la vivienda.

La cantidad de créditos concedidos a los hogares para vivienda en noviembre cayó además un 17,6 por ciento respecto a octubre, los de consumo el 13,7 por ciento, y el resto de créditos, el 12 por ciento.

El volumen de préstamos hipotecarios otorgados por las entidades españolas, que cada vez tiene más difícil financiarse en los mercados para seguir prestando a raíz de la crisis, ha descendido por debajo de los 5.000 millones frente a las cantidades superiores a 14.000 millones que concedían antes del estallido de la crisis.

Más del 90 por ciento de estos préstamos se continúan revisando anualmente o con una cadencia de tiempo menor, según los datos del Banco de España. (EFE)

ANÁLISIS

Hace ya bastante tiempo que se desplomó la burbuja inmobiliaria, que mantenía el precio de la vivienda muy por encima del normal.

Esto ha supuesto un grave problema para España, que había centrado gran parte de su crecimiento en este sector, y cuyo desplome ha supuesto un gran golpe para España.

El desplome de esta burbuja ha supuesto la quiebra de muchas inmobiliarias y constructoras y un problema para muchas familias que han comprado una vivienda por un dinero y ahora se encuentran con que esa vivienda vale menos.

La quiebra de una constructora supone un problema muy grave, ya que encontramos a familias que están pagando una hipoteca por un piso que se ha dejado de contruir y que no saben cuando se lo entregarán.

La quiebra de las inmobiliarias viene provocada porque no se venden pisos, ya que los que venden piden un precio acorde con lo que les costó a ellos, pero los compradores no están dispuestos a pagar ese precio tan alto que no se corresponde con la realidad actual. Otro motivo de esta quiebra es que los bancos no quieren conceder créditos hipotecarios y sin ellos la gente no puede comprar pisos.

Pero esto es otra espiral, ya que cuantas menos hipotecas se concedan, menos pisos se podrán comprar y más inmobiliarias quebrarán.

Por otro lado también es cierto que dada la situación actual la concesión de créditos supone un riesgo muy alto para los bancos, ya que hay mucha gente que debido a la crisis no puede pagarlos.

Otro gran problema es que antes de que explotara la burbuja inmobiliaria se concedían hipotecas con demasiada facilidad, incluso hipotecas con un riesgo de impago excesivamente alto. Esto ahora está pasando factura ya que con la crisis muchas de estas hipotecas han dejado de pagarse y esto ha provocado un efecto rebote: los bancos han pasado de conceder créditos hipotecarios indiscriminadamente (a todo el mundo) a no conceder prácticamente ninguno por la desconfianza.

La verdad es que ni la situación de antes ni la de ahora beneficia a la economía. Como casi siempre decimos, en el medio suele estar la virtud.

Es entendible que los bancos sientan ahora desconfianza y no quieran arriesgarse, pero habrá que buscar la manera de desbloquear esto y reactivar la economía.

El problema de reactivar la vivienda es un poquito complicado de solucionar, ya que nos encontramos en una encrucijada: pisos que se han tasado en un precio por encima de su valor real y que ahora valen menos, ¿quien va a perder ese dinero?, en este caso no pueden ganar todos, alguien está claro que tiene que perder, y nadie va a hacerlo sin luchar. Como siempre el tiempo es el único que tiene la respuesta.

Por último hay que mencionar el problema que le supone esto a la economía española en general, ya que habíamos centrado nuestro crecimiento en este sector y tras su caída nos hemos quedado temblando, una de las consecuencias que ha supuesto esto es el gran aumento del paro y que hasta ahora no hemos coseguido solucionar.

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